RADAR BRYTON GARDIA R300L. Las dimensiones del aparato son de 40x97 milímetros, tiene un peso de 66 gramos y un ángulo de visión de 220º. La Gardia R300L se puede adaptar a tijas de 27,2 mm, 30,9 mm y de 31,6 mm.
Una de las características más destacadas es que el radar es capaz de detectar un vehículo a la nada desdeñable distancia de 190 metros. Como suele ocurrir en estos modelos, el ciclocomputador nos avisará de esta detección con alertas visuales y sonoras.
Además, la luz radar también funciona de la siguiente manera: cuando la Gardia R300L advierte la presencia de un vehículo, cambia el modo de luz hacia una "luz de advertencia adecuada para alertar a los vehículos que vienen por detrás".
Por otro lado, también incluye una luz de frenado que se activa cuando el ciclista disminuye la velocidad.
Una luz radar con muchas posibilidades
La Gardia R300L incorpora también un modo automático con el que la propia luz cambia según si es de día o de noche. No obstante, la marca señala que será necesario contar con un ciclocomputador compatible con sensores de luz para que pueda funcionar.
De todas maneras, todos los modos y la batería restante se pueden controlar desde la aplicación o desde un ciclocomputador compatible. En cuanto a la duración de la batería, según Bryton, la carga aguanta 17 horas en el modo menos luminoso y 8 horas en el que más.
Con el fin de preservar un poco más la vida útil de la batería, la luz se atenuará de manera automática cuando la batería se esté agotando.
Finalmente, el director general de Bryton, Samuel Wang, afirma que "este nuevo producto puede suponer una gran diferencia para la seguridad de los ciclistas, ya que permite que tanto ciclistas como vehículos sean conscientes de la presencia del otro".